Desde que era muy pequeño, la cámara ha sido mi compañera de aventuras. Lo que empezó como un juego, pronto se convirtió en una pasión que hoy es parte de mi forma de ver el mundo. Para mí, cada persona que se pone delante del objetivo no es solo un retrato más: es alguien que se suma a esta familia que he ido formando, disparo a disparo, historia a historia.

Me considero una persona polifacética, con una fuerte conexión con el arte en todas sus formas. He explorado caminos tan diversos como el maquillaje de caracterización —especializándome tanto en bodas como en propuestas más artísticas—, y he tenido la suerte de subirme a unos zancos y formar parte de espectáculos circenses en plena calle. Cada experiencia me ha enseñado algo, y todas han contribuido a construir la mirada creativa que hoy me define.

Si tuviera que elegir tres palabras para describirme, serían: esfuerzo, humildad y pasión. Son los pilares que me acompañan en cada proyecto y que me recuerdan por qué empecé y hacia dónde quiero seguir caminando.

¿Te animas a formar parte de esta historia?